El Topo con Nariz de Estrella es un pequeño mamífero placentario habitante de Norteamérica, principalmente de la región nororiental. Su nombre científico es Condylura cristata y, siendo de la estirpe de los Talpidae, es sin embargo el único integrante de la raza Condyluniri.
Tal como lo indica su nominativo vulgar, estos animales tienen como principal característica la formación de glándulas sobresalientes en sus hocicos. Estas 22 protuberancias actúan como apéndices táctiles, presentando un color rojizo. Gracias a estas especies de encías externas, los Topos de Nariz de Estrella logran desenvolverse en la oscuridad estructural de su ceguera.
El tamaño promedio de uno de estos especímenes es de 18 cm. y su peso de medio kilo. Cuentan un número importante de dientes, poseyendo 22 en cada maxilar. Invisten un pelaje corto y abundante color plomizo y patas con largas y afiladas garras, las cuales le brindan la capacidad de excavar la tierra y desplazarse en los túneles que ellos mismos construyen.
Se cree que los tentáculos de la nariz se han desarrollado a tan alto grado por tratarse de animales completamente ciegos. La sensibilidad de estas extremidades nerviosas captaría la energía eléctrica emanada tanto por sus presas como por sus predadores. La información generada en su nariz actuaría velozmente en su sistema motor, moviendo al individuo a actuar.
El Topo con Nariz de Estrella se desenvuelve tanto en zonas terrestres como acuáticas. En ambos medios, ejecuta maniobras exactas con sus labios múltiples. Los seres de que se alimenta este animal son crustáceos, gusanos, invertebrados, moluscos y larvas. En el medio acuático ejecuta movimientos de gran habilidad natatoria.
A pesar de no tener ojos, prefiere sostener sus actividades durante el día, ya que es el momento en que sus presas circulan con mayor asiduidad en torno a sus madrigueras. Los pequeños mamíferos resisten temperaturas muy bajas y logran, merced sus garras, romper el hielo de los ríos congelados.